Acorde con la mayor cautela que muestran las personas de estratos socioeconómicos altos, los precios de viviendas y alquileres destinados a estos segmentos están cayendo más que para la clase media.
Un reporte del Banco Central de Reserva (BCR) mostró que los precios de departamentos en venta en los distritos de La Molina, Miraflores, San Isidro, San Borja y Surco, descendieron, en términos de dólares, 11.3% en el segundo trimestre, con relación al mismo periodo del 2014.
En el primer trimestre, el retroceso fue de apenas 0.5%, por lo que se advierte una aceleración en la caída de precios.
Incluso, en San Isidro la reducción de precios de viviendas llegó a 12.1% en el segundo trimestre, seguido por San Borja (-10.6%). Los precios de los alquileres en ambos distritos se redujeron en 12.6% y 15.8%, respectivamente.
A su vez, los distritos de la clase media (Jesús María, Lince, Magdalena, Pueblo Libre y San Miguel, según la muestra del BCR) tampoco escapan a esta tendencia bajista, aunque en menor grado. Allí los precios de las viviendas, calculados en dólares, bajaron en 3.8% en el periodo de análisis.
Los alquileres, en tanto, retrocedieron en todos los distritos, aunque con mayor énfasis en Lince (-13.7%).
La desaceleración de la economía y la mayor prudencia de bancos y personas, marcaron la senda bajista de los precios de viviendas y alquiler en la mayoría de distritos de Lima habitados por los segmentos A y B, según el gerente general de la Consultora Saldaña.
En particular, los bancos, siguiendo medidas preventivas trazadas por su supervisor (la SBS), endurecieron las condiciones para la entrega de créditos hipotecarios, lo que afectó la demanda y, por ende, el nivel de ventas y precios de departamentos, señaló Víctor Saldaña.
En este contexto, agregó, las constructoras han tenido que sacrificar sus márgenes de ganancia para atraer demanda. Es decir, si antes registraban una rentabilidad promedio anual de 15% tuvieron que reducirla a 11% o 12%, lo que se reflejó en menores precios finales para las viviendas.
“Las constructoras han sacrificado márgenes para concluir sus ventas y deshacerse del stock que aún mantenían”, dijo. En todo caso, el especialista destacó que se trata de un ajuste natural del mercado, aunque consideró que ahora los precios tenderán a mantenerse
Análisis
Por Víctor Saldaña, Gerente general Consultora Saldaña
El Mercado inmobiliario se autorreguló
Cuando la economía crecía 6%, el primero en crecer era el sector construcción. Ahora que la actividad económica se desacelera, también la construcción es la primera en desacelerarse.
Hubo mucha rigidez en el otorgamiento de créditos hipotecarios por parte de los bancos; pero también el precio del m2 de los terrenos subió más de la cuenta porque los propietarios creían que la tendencia de precios al alza de los últimos cuatro años seguiría sin tope.
Aunque no se dio una burbuja inmobiliaria justamente por las exigencias que impuso la SBS a los bancos. De acuerdo a nuestros registros, el descenso de precios no se ha dado en la misma proporción en todos los distritos. Por ejemplo, Lince, Magdalena y Jesús María son interesantes para la construcción de viviendas y oficinas corporativas. En cambio, en San Borja, Surco y La Molina ha bajado el valor del m2.
El crecimiento de precios llegó muy alto, pero el mercado se ha autorregulado. En todo caso, recomiendo a las personas hacer una valuación adecuada de sus propiedades con expertos.
Cifras
17 años, en promedio, deben alquilar su vivienda los propietarios para recuperar la inversión en estos inmuebles.
7.9% bajaron los precios de viviendas en Lima, según la muestra del BCR.
Fuente: Diario Gestión