“Dobla por acá a la izquierda para evitar el semáforo”. Esta frase la decimos y escuchamos los limeños un día sí y otro también. Esto responde a que los semáforos no cumplen su cometido: permitir a los autos avanzar un kilómetro en un minuto, según Óscar Cárdenas Bartra, especialista del Colegio de Ingenieros de Lima.

Los semáforos de la capital funcionan al revés: empeoran en un 30% la congestión vehicular. Esta ironía llega a consumirle hasta veinte minutos por viaje a cada conductor.

La situación ideal se da solo cuando están sincronizados y son inteligentes, explica Cárdenas Bartra. La sincronización llamada ola verde, que reduce hasta en un 10% la congestión, se da en menos de un tercio de los cruces semaforizados de avenidas metropolitanas, que están a cargo del municipio de Lima. Cuando la policía dirige el tránsito e interfiere con la ola verde, reduce en 60% su efectividad, según datos de la gestión municipal anterior. Las personas no pueden sincronizar cada 100 metros el tráfico como lo hacen los semáforos inteligentes.

No obstante, el físico Luciano Stucchi explica que primero debe estudiarse la sincronización completa de la red de semáforos, a nivel de toda la ciudad, y luego evaluar el impacto de implementar una ola verde. Esta es una solución en vías con mucho más prioridad que sus transversales y paralelas, ya que condicionan todo el flujo de los alrededores a un único flujo central.

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¿Por qué los semáforos de Lima consumen nuestro tiempo? Las respuestas saltan a la vista: la mayoría de ellos tiene más de veinte años de antigüedad y no cuenta con sistemas de control óptimos. Además, no se les da mantenimiento.

“Los cortes de luz continuos malogran los focos de los semáforos y el controlador con el que cuenta cada uno de ellos”, explica Fanny Eto, gerenta de Transporte Urbano de Lima.

Unos semáforos son responsabilidad de la Municipalidad de Lima y otros de los municipios distritales. Eto asegura que no se ha dado una coordinación con los municipios locales para mejorar el sistema de semaforización que tienen a su cargo. Es decir, carecemos de una sola entidad que lidere el tránsito y que vea la red de semáforos como un todo (sistema vial completo) y no a los semáforos como partes independientes.  

Según el ingeniero y experto en semáforos Jorge Estrada, Lima está por debajo de Curitiba, México D.F. y Bogotá respecto a la organización de semáforos y señalización. Estas ciudades cuentan con semáforos inteligentes, así como paneles y señalética electrónica. Bogotá supervisa sus semáforos desde tres torres de control; Lima apenas tiene una.

 

Fuente: Diario El Comercio

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