Vice ministro de Vivienda y Construcción David Ramos coloca piedra que inicia la construción del proyecto Los Parque de Carabayllo en asociación con Fondo Inmobiliario FIBRA que albergará 1200 departamentos.
Indicó que a principios del año pasado se proyectó que el sector crecería sólo entre diez y 12 por ciento, sin embargo, el boom de la construcción continuó firme y superó las expectativas, y ahora también se prevé inicialmente que la construcción alcanzará una cifra similar.
Subrayó que el dinamismo de esta actividad se fortalece y cada mes se incorporan nuevos y numerosos proyectos habitacionales para atender la creciente demanda a nivel nacional.
Destacó que la Encuesta de Expectativas Macroeconómicas del Banco Central de Reserva (BCR) menciona que más del 95 por ciento de los empresarios de la construcción piensan que en los próximos meses no van a reducir personal sino que van a necesitar más personal para desarrollar sus actividades.
“Además, los constructores piensan que su negocio no va a bajar sino que se va a incrementar o mantener, y esa es una señal de optimismo que ya caló en el empresariado peruano y que podemos tener más inversiones por todo el país”, comentó.
Señaló que Jesús María, Pueblo Libre, Lince, Surco, Miraflores y San Isidro siguen liderando los distritos donde se desarrollan más proyectos inmobiliarios, sin embargo, otros como Carabayllo empiezan a despuntar.
Ramos también consideró que los precios de las viviendas se han estabilizado y no subirían este año en el marco de un proceso electoral.
“El año pasado los precios de los materiales de construcción subieron un poco, pero porque hubo especulación. Pero lo que sí es verdad es que la demanda habitacional en Perú sigue siendo mayor que la oferta”, enfatizó.
Explicó que justamente esta mayor demanda es la que motivó a los empresarios del sector a subir un poco el precio de las viviendas, pues todas se venden rápido, y esto es positivo ya que garantiza más trabajo en nuevos proyectos.
De otro lado, exhortó a las nuevas autoridades municipales a dar las facilidades para que la construcción mantenga su dinamismo y no impedir la actividad suspendiendo las licencias para el desarrollo de nuevos proyectos.
“Es bueno que los nuevos alcaldes revisen y, de repente, hagan una reingeniería de los procesos administrativos, pero lo que no puede haber son decisiones que afecten a la población que quiere comprar una vivienda”, concluyó.
Fuente: ANDINA