En mayo, la situación mejoró levemente (ver gráfico) y se mantuvo la confianza de los consumidores en la economía, pese a la dura campaña de la segunda vuelta.
Las nuevas proyecciones presentadas por el Banco Central revelan que el sector que más se desacelerará este año será la construcción, pues su crecimiento anual, que se estimaba en 11.3% en marzo, ahora se sitúa en 6.6% (ver cuadro). Ello es un reflejo tanto de la menor inversión pública como de la desaceleración en el sector inmobiliario.
En cambio, la situación será mejor para la manufactura de recursos primarios, la pesca, el sector agrícola y la actividad pecuaria.
En resumen, los sectores no primarios, con las nuevas proyecciones del BCR, registrarán un crecimiento de 6.8% en el año, menor al 7.2% que se esperaba en marzo, debido a la desaceleración de la inversión privada y del gasto público.
Cal y arena
La desaceleración de la actividad económica se ve reflejada por ejemplo en dos indicadores: la disminución de las órdenes de compra de las empresas y el hecho de que la actividad eléctrica si bien mostró un crecimiento anual de 9.4% entre abril y mayo, fue menor que la del primer trimestre.
Pero también hay signos alentadores.
Es así que disminuyó la expectativa de que los precios aumentarán en los próximos tres meses.
Inversión
En lo que se refiere al comportamiento de la inversión privada, el Banco Central ha reducido en 4.9 puntos porcentuales su proyección de crecimiento para este año y en 5.5 puntos porcentuales en el caso de la inversión pública.
En cambio, ha elevado sus estimaciones de inversión extranjera directa en el país para este año, pasando de US$ 8,169 millones que estimaba en marzo a US$ 8,512 millones. Lo mismo ocurrió para lo que espera del próximo año.
Inflación
El BCR está más optimista sobre el curso de la inflación, pero advierte dos riesgos que pueden afectar la misma: la inflación importada y la incertidumbre sobre la evolución de la economía mundial.
Fuente: Diario Gestión