Si para construir grandes complejos habitacionales y centros comerciales la oferta de espacios en Lima y Callao ya resulta escasa, para quienes quieren instalar almacenes logísticos -que reciben y despachan carga de importación o exportación- los únicos terrenos disponibles y a precios accesibles están en zonas tan alejadas como Lurín, Chilca o Huachipa.
Esa situación se debe a que, para quienes proyectan instalar nuevos almacenes extraportuarios, no resulta rentable pagar los precios que requieren los dueños de terrenos, y que sí están dispuestos a pagar los proyectos inmobiliarios o de centros comerciales, observó Rafael Florez-Estrada, director gerente de consultora inmobiliaria
Binswanger Perú.
Mientras para los operadores logísticos resulta factible para desarrollar su negocio pagar no más de US$150 por metro cuadrado los desarrolladores de vivienda social pueden pagar US$ 600 por ese mismo espacio en zonas periféricas como Ate, y los centros comerciales pueden pagar hasta US$ 1,200 por el mismo metro cuadrado, anotó luego de participar en el Foro Logística para la Competitividad, que organizó AmCham Perú.
Si bien desde el año 2000 al 2007 los precios en las zonas industriales de Lima, Callao, Ate, Huachipa y Lurín se mantuvieron estables, del 2008 a la fecha se ha producido una especulación que explica alzas de hasta 1,000% en esos precios, indicó.
Frente a esta situación, refirió que esa consultora ha identificado cuatro zonas en la periferia, donde los precios oscilan de US$50 a US$150 el metro cuadrado, y resulta rentable instalar nuevos almacenes e incluso industrias. Nuevas fronteras Una de esas zonas es Lurín, entre los kilómetros 30 y 34 de la carretera Panamericana Sur, donde todavía hay terrenos bastante grandes, si bien las pistas no llegan al lugar.
Otra zona es Chilca, entre los kilómetros 58 y 67 de la Panamericana Sur, donde también hay disponibles grandes extensiones de tierras.
La tercera es Huachipa, entre las avenidas Ramiro Prialé, Los Laureles, Las Torres y Chosica, donde no hay mucha presión inmobiliaria. Finalmente, la zona de Huachipa Este, en Huarochirí, pasando la refinería de Cajamarquilla. Esas zonas tienen factibilidad para industria, para instalar electricidad y gas, pero en Chilca falta asegurar el servicio de agua.
Fuente: Diario Gestión
