Los nuevos programas, financiados con los 50,000 millones de dólares asignados para el rescate inmobiliario en el Programa de Alivio para Activos en Problemas del Tesoro, también permitirán a los deudores borrar deuda hipotecaria hasta por un máximo del 115% del valor de la propiedad, al refinanciarlo a través de la Administración Federal de la Vivienda.
El plan se conoce justo cuando el presidente Barack Obama está bajo una intensa presión política para que cambie su estrategia destinada a ayudar a los propietarios con problemas de pago y frenar así las ejecuciones hipotecarias.
Se trata además de la segunda gran iniciativa para el sector inmobiliario en igual cantidad de meses.
Los atrasos en los pagos de hipotecas subieron a casi un 14% a fines del 2009.
Las nuevas medidas marcan un cambio respecto a los planes anunciados el año pasado, que se concentraban en reducir las tasas de interés para los deudores con créditos riesgosos.
Los nuevos esquemas apuntan a los desempleados y a los propietarios de viviendas ubicadas en lugares donde los precios de las casas se han desplomado.
Los nuevos programas incluyen al menos tres y hasta seis meses de asistencia temporal para los trabajadores desempleados e incentivos para que los prestamistas amorticen parte del capital.
Fuente: Reuters