El lugar al que llegarán las familias de Morococha se ubica a 149 kilómetros al este de Lima, en la región Junín, y tiene una altura de 4.600 metros sobre el nivel del mar.
Chinalco ha planeado ahí la construcción de unas 1.450 viviendas así como escuelas, edificios municipales y centros recreacionales, para lo cual se ha invertido 50 millones de dólares, según precisó el vicepresidente de asuntos legales y corporativos de la empresa, Armando Arrieta.
Todo ello se realizaría en un año y medio. Para proceder con la reubicación la minera acordó comprar 320 casas de las 400 que tiene Morococha, y donde vivían unas 1.200 familias.
Los habitantes recibieron en promedio unos 8.400 dólares por sus inmuebles, además del compromiso asumido por Chinalco de construirles un nuevo predio con todos los servicios.
HABITANTES SE RESISTEN AL CAMBIO
Sin embargo, este acuerdo no cayó nada bien a un grupo de moradores los cuales se quejaron de que la zona, donde se iban a levantar sus nuevas viviendas, es muy húmeda.
“No estamos en desacuerdo con una reubicación, pero creemos que Chinalco ha elegido la zona de forma arbitraria, que es muy húmeda”, señaló Marcial Salomé, alcalde de Morococha, quien lideró una protesta.
El proyecto Toromocho alcanzaría una producción promedio de 200.000 toneladas finas de cobre al año y cerca de 10.000 toneladas anuales de molibdeno, un subproducto del metal rojo, en el mismo tiempo.
Fuente: Diario El Comercio